jueves, 1 de diciembre de 2016

Casillas de Ranera; Pico Ranera

= 64

Esta semana y a pesar de las lluvias el jueves decidimos que salíamos aún a costa de algunas bajas en el número de participantes. Nos decidimos por el Pico Ranera en la zona de Talayuelas (Serranía Baja) en la provincia de Cuenca con la esperanza que el tiempo nos fuese un poco favorable.

Emprendimos el viaje hacia la localidad de Casillas de Ranera con algunas gotas durante el viaje. Afortunadamente poco antes de llegar cesaron, lo que nos hizo abrigar alguna esperanza, como así fue durante todo el recorrido.

Los 12 compañeros que integrábamos la salida posamos casi al inicio de la ruta en la clásica foto de grupo ....


.... para a continuación emprender el camino, con alguna zona ligeramente embarrada, hacia el primer punto: la zona recreativa de Fuente Ranera.


La mañana no presagiaba lluvia pero las magnificas vistas de esta zona brillaron por su ausencia debido a las nubes bajas que apenas nos dejaban divisar más allá de 50 o 60 metros.


Una vez en Fuente Ranera seguimos el track y después de unos 300 mts nos encontramos siguiendo una imaginaria senda hacia arriba totalmente a la trocha. Después de algunas consultas decidimos continuar, ya que aunque era un tanto dificultoso comprobamos que llegaríamos a unirnos con la senda correcta. El track que hemos subido ha sido modificado en este tramo para no crear a posteriores caminantes un cierto enfado como el que nos llevamos nosotros, sobre todo por las inclemencias del tiempo.

Alcanzamos ya la ruta deseada en el Cerro del Gamonar y nos dirigimos por la pista hacia el Collado de Sancho Gil, pasando y deteniéndonos a tomar un ligero almuerzo a la altura de la Fuente de la Regadilla.



Almuerzo rápido ya que aunque se iba provisto de buen vino y "agua de fuego" el parón comenzaba a atenazar las manos de más de uno. Reinicio de la marcha siempre siguiendo el GPS ya que la visión del Pico y alrededores brillaba por su ausencia.



En poco tiempo alcanzamos la cima del Pico Ranera 1415 mts y como se puede apreciar en las fotos: visión casi nula, por lo que decidimos que lo mejor era iniciar la bajada.




Tanto el tramo final de la subida como la bajada la realizamos a la trocha y guiados por la "tecnología" ante la ausencia de marcas que nos indicasen el camino.





Alcanzada la pista el descenso ya fue continuo sin prácticamente ninguna parada hasta la zona de Casa Polan donde un poco más adelante nos tomamos un ligero descanso para beber y hacernos una foto.


De aquí a Casillas solo nos quedaban unos 3 kilómetros que hicimos rápidamente pues nos esperaba una estupenda comida en el Restaurante Lactarius.