martes, 1 de diciembre de 2020

martes, 24 de noviembre de 2020

Calp; Circular Serra d'Oltá

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Según los geólogos la sierra de Oltá constituía anteriormente un bloque más voluminoso por el movimiento tectónico, se desprendió lo que es el Penyal de Ifac y que, a su vez integraba todo un conjunto con la sierra de Bernia.( https://www.aventurasgeologicas.com/2014/10/vacaciones-y-geologia-en-calpe-la.html) La situación privilegiada y la relativa altura hacen de esta muela una fantástica atalaya desde donde divisar toda la costa desde Denia hasta más allá de Benidorm, con sus elevaciones más relevantes.

Iniciamos la marcha en la zona recreativa, pasados unos minutos de las 8 h. Después de un zigzagueo inicial, por una rampa de cemento llegamos a un depósito de agua y algo más adelante, a la Ermita Vella, construida en 2002, con la caliza color crema característica de la zona. En otro par de giros por la pista llegamos a un tramo plano antes de tomar a la izquierda el "canalón", que, en pronunciado ascenso, nos llevaría a la parte alta. Es un caminar de giros continuos pues se discurre por un lecho de rocas sueltas, acumuladas por la erosión y pasos escalonados para ir ganándole altura a la pendiente. Paulatinamente el ascenso se suaviza y vamos adivinando sobre nuestro hombro izquierdo el perfil de la Mola. Cuando pisamos roca firme comprobamos caminando sobre el lapiáz ( roca caliza en la que la erosión del agua forma surcos y filos agudos) que hay que mirar muy bien donde colocamos el pie para no dar un tropiezo. Desde la bifurcación, el camino hasta la Mola es prácticamente en llano lo que nos permite ir degustando el paisaje que aparece ante nuestra la vista.

La mañana está avanzada pero el persistente viento nos obliga a ponernos prendas que nos habíamos quitado en la subida. Cuando la visión gana espacio cerca de los bordes de la Mola y el paisaje se amplía hacia el norte y el sur, podemos contemplar la línea de la costa en toda su extensión y el reflejo del sol sobre el mar cerca del Penyal de Ifac. Tras las fotos de rigor y de saciar la vista oteando cuanto accidente geográfico íbamos reconociendo en el horizonte circundante, que (a mi entender) fue lo más gratificante del día, y lo que justifica con creces la subida a la sierra, almorzamos bien, como tenemos acostumbrado. Después todo fue trasladarse de la Mola al Cim, o sea, del este hasta el oeste de la sierra. Hay que salvar un ligero desnivel después de una franja de pinos hasta el Corralet, y desde aquí subimos hasta el plano que nos conduce hasta al Cim. Las vistas siguen siendo espectaculares y no desaprovechamos la oportunidad de volver a posar en grupo o por separado.

De vuelta hay que deshacer el camino tomando hacia la derecha en una bifurcación hasta llegar otra vez al Corralet donde, con otro giro de noventa grados, enfilamos barranco abajo pasando por el Pou de la Mola para llegar al camino. Ya en la pista tomamos hacia la derecha y encontramos los restos de una cantera de rocas llamadas diabasas (parecidas al basalto pero de grano más gordo), material extraño en un suelo que es de caliza. Ahora hay que ascender un rato para llegar al Mas del Pastor, en mitad de la subida que completaremos pasando primero por las inmediaciones del Dit d’Oltá, y finalmente alcanzar el collado del Paso de la Canal. Alguno planteo la aventura de averiguar la entrada a la canal, pero se dejó para otra ocasión.

El resto es un descenso entre pinos por la ladera norte para llegar a la zona de acampada "Monte Oltá". Nos acomodamos en un porche para disfrutar de la comida y de la experiencia de este día.