Esta semana, con previsión de buen tiempo nos desplazamos a realizar la subida al Pico de la Rápita (1.106 mts) en la Sierra de Espadán para lo cual nos desplazamos a primera hora hasta aproximadamente el punto kilométrico 4,5 de la CV-215 que une Alcudia de Veo con Algimia de Almonacid, lugar muy marcado con las rutas de subida a la Rápita y al Espadán.
Como de costumbre realizamos la foto de grupo con ausencias destacadas de integrantes que se encuentran realizando unas rutas (y comidas) en el Valle de Karrantza, en Euskadi.
Iniciamos el recorrido siguiendo las indicaciones, en primer lugar por camino forestal y girando a la izquierda unos cuatrocientos metros después, hasta el corral del Blanquillo...
... donde se convierte en senda con cierta pendiente. Observamos que esta senda hasta llegar a la Primera Teta o Gemela (870 mts) ha sido rehabilitada lo que facilita mucho su subida.
Al bajar de la misma un grupo de compañeros decidimos subir a la Segunda Teta (871 mts) donde se encuentran restos de una antigua fortificación defensiva de la línea XYZ. Reciben este nombre por la similitud visual desde la lejanía. Desde este punto se observan con claridad los vértices de la Rápita y el de Espadán, el collado de la Nevera y el Castillo de Castro (Mauz) en Sueras, y como no, el Penyagolosa.
Bajamos de las fortificaciones y retomamos la senda en dirección a la Rápita y después de una bajada hasta los 780 mts comenzamos la larga subida hasta el vértice (1.106 mts) aunque siempre arropados por las frondosas arboledas de pino rodeno, alcornoque, brezo y enebro. Pasado el Alto de Los Cubos y tras una pequeña bajada y subida alcanzamos el Pico de la Rápita.
Lugar donde vamos a realizar nuestra parada para almorzar, echando en falta a los compañeros ausentes y sus postres.
Después del mismo y tras unas fotos, iniciamos la bajada hacia el Collado de Jinquer donde nos reagrupamos puesto que en la bajada al igual que en la subida existen distintos ritmos. En este punto y por la hora decidimos no visitar la Nevera puesto que ya estuvimos no hace mucho cuando realizamos la visita a las trincheras de Villamalur.
Por pista forestal nos dirigimos hacia el Castillo y el antiguo poblado de Jinquer a los que llegamos prácticamente sin darnos cuenta debido a las agradables charlas que se suscitan por la suavidad del camino.
Este caserío islámico cuyo nombre significa "granero" fue utilizado por los moriscos hasta su expulsión y ocupado por los cristianos en diferentes épocas. Su máximo esplendor en cuanto a número de habitantes lo alcanzó en 1913 con 100 habitantes y 28 casas y fue abandonado durante la guerra civil por estar enclavado en el centro de la contienda por la defensa de Valencia (línea XYZ). El estado del Castillo es absolutamente de ruina quedando en pie apenas unos restos de las torres y un pequeño trozo de muralla.
Una vez visitado el poblado, volvemos sobre nuestros pasos para tomar a la izquierda una senda que nos acorta el recorrido hasta tomar la pista del Puntal del Gordo. Siguiendo la misma alcanzaremos el tramo de inicio y los vehículos.
Como es habitual nos dirigimos a Algimia de Almonacid a tomarnos nuestra cerveza y regresar posteriormente a casa.
